Aprender las tablas de multiplicar sigue siendo, hoy en día, un paso clave en el desarrollo del pensamiento matemático de nuestros alumnos. Contar con un conocimiento automático (memorización) de las tablas permite liberar la carga mental y centrarse en la comprensión de problemas más complejos, en el razonamiento y en la resolución de retos.
Con esa idea en mente, he adaptado uno de los juegos que programé hace un tiempo: Shuffled, un juego pensado originalmente para trabajar con letras y palabras. En esta ocasión, lo he modificado para practicar las tablas de multiplicar, dándole un giro digital y lúdico al repaso clásico.
He creado dos versiones distintas del juego:
- Versión numérica (sin pistas). Se presenta una operación (por ejemplo, 7 × 8) y el jugador debe escribir el resultado directamente en formato numérico. No hay ayudas visuales ni sugerencias: es puro cálculo mental y agilidad.
- Versión en letras (con pistas). Aquí la dificultad cambia. El objetivo es escribir el resultado, pero en forma de palabra (por ejemplo, CINCUENTA Y SEIS). Las letras están desordenadas, como en el juego original, y en ocasiones aparece alguna pista. Es una combinación divertida de cálculo, lectura y lógica.
Ambas versiones permiten trabajar no solo el contenido matemático, sino también la concentración, la atención y la gestión del tiempo.
Este tipo de actividades muestran cómo la tecnología puede adaptarse a diferentes objetivos de aula. Con unos pocos ajustes, un mismo motor de juego puede servir para distintas materias o competencias. En este caso, de la lengua a las matemáticas.
Ingeniero en Informática y profesor de Programación, Inteligencia Artificial y Robótica en Secundaria. Escribo en Ocho en punto sobre organización personal y tecnología. En Esfera TIC me centro en educación y TIC. Mi web personal es un cajón de sastre, pero en mi boletín, La ventana digital, pongo orden y resumo lo más destacado. En ocasiones, escribo notas al vuelo.
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