He adaptado el juego Shuffled, creado originalmente para trabajar con letras, para repasar las tablas de multiplicar de forma lúdica y digital. Hay dos versiones: una numérica, en la que los jugadores escriben el resultado de operaciones sin pistas; y otra con letras desordenadas, en la que deben formar el resultado en palabras, con alguna ayuda ocasional. Ambas fomentan el cálculo mental, la lógica, la atención y la gestión del tiempo. Esta propuesta demuestra cómo, con pequeños cambios, la tecnología puede ponerse al servicio del aprendizaje y adaptarse a distintos contenidos y competencias del aula.